domingo, 19 de febrero de 2017

Animales como "seres vivos dotados de sensibilidad" In Memoriam Tom Regan

De forma regular hacemos publicaciones en las redes sociales sobre nuevos estudios relacionados con cognición animal, medicina del comportamiento y muchos otros temas. Esta semana hay varios temas que merecen una mención especial aunque ya las hayamos publicado en las redes sociales.

Hace unos días falleció el filósofo Tom Regan, Filósofo antiespecista y gran defensor de los derechos de los animales. Todos los amantes de los animales le debemos mucho por ser un pionero en este campo. os dejamos un enlace a una entrevista que le realizaron hace ya 10 años.

Entrevista a Tom Regan


"No es un acto de bondad tratar a los animales respetuosamente. Es un acto de justicia. No es el interés sentimental de agentes morales que justifican nuestros deberes de justicia hacia los niños, retardados, los ancianos, u otros pacientes, incluidos los animales. Es el respeto por su valor inherente. "
(Tom Regan, The Case for Animal Rights)

Animales en más grandes y confortables jaulas no es suficiente. Si se explota a los animales para comer, vestir, entretenernos, o aprender, la verdad de los derechos, la verdad de los derechos animales requiere jaulas vacias, no jaulas más grandes"
(Tom Regan, Empty Cages)


Otra gran noticia es que el Congreso de los Diputados, en España, ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a promover las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil donde se defina a los animales como "seres vivos dotados de sensibilidad". Además, el texto llama a prever las reformas legales necesarias para que los animales de compañía (este punto es importante ya que no es extensivo a animales de renta o de otro tipo, algo que esperamos se subsane) "no puedan ser objeto de embargo en ningún procedimiento judicial.

Aunque es un gran paso y esperamos que de lugar a una normativa más acorde a la realidad social y que permita un trato a los animales como seres sintientes, libres de maltrato en todas sus variantes, que permita y garantice una "tenencia" responsable de los mismos y que impida que las personas que no estén capacitadas para ello no tengan posibilidad legal de acoger a un animal.

Por desgracia hasta ahora los animales se concebían como un objeto más en nuestras casas y como tal se podían embargar como parte de un proceso judicial, se podían repartir en una herencia, vender y comprar cual objeto de segunda mano, etc. No es de extrañar ya que el ser humano siempre ha tenido especial atracción por poseer objetos, por la propiedad; así, no es de extrañar ver disputas por los lindes de las fincas, ver películas donde los colonos se peleaban por un trozo de tierra y masacraban poblaciones de tribus, guerras étnicas, ventas de esclavos... El sentimiento de poder que confiere la propiedad es algo tan arraigado en el ser humano que lo vemos como algo normal, incluso cuando hablamos de recursos naturales que nos pertenecen a todos (tierra, agua, sol...) o de seres vivos con sentimientos, algo que nos debe hacer pensar sobre la condición humana.


Esta semana también publicamos una noticia de una mujer que tras pisar a un caracol lo llevo a una clínica veterinaria, donde arreglaron su maltrecho caparazón y lo atendieron hasta su recuperación. Algo digno de alabar, pero aún con todo hay mucha gente que criticó a la mujer por malgastar su dinero en ese caracol en lugar de destinarlo a los refugiados sirios o a los indigentes. Es triste ver como una persona puede convertir un hecho admirable y que puede servir de ejemplo para otra gente en un hecho detestable. Por experiencia y en base a numerosos estudios y datos objetivos, la mayor parte de la gente que convive con animales y que colabora con entidades y asociaciones de relacionadas con el bienestar animal, suele ser gente también participa en otras actividades humanitarias y sociales. ¿Acaso es incompatible?, !No hay más ciego que el que no quiere ver¡

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Otra noticia que corrió estos días en las redes sociales, aunque es de mayo del 2016, fué el suicidio de una veterinaria coreana que trabajaba en una entidad de protección animal. No es el primer caso ni será el último ya que el trabajo de muchos compañeros sobrepasa muchas veces lo soportable ya que vemos un día y otro día lo que es capaz de hacer el ser humano. Estudiamos y ejercemos para salvar vidas, pero nos enfrentamos todos los días a la muerte, a veces por enfermedad pero otras veces por desidia e indiferencia.
A Jian Zhicheng la apodaron la bella carnicera, triste apodo que la convirtió en la responsable de la muerte de cientos de perros muertos; pero lo cierto es que ella no fué la responsable del abandono y maltrato de estos animales, ni tampoco es la responsable de elaborar la leyes en Corea, sino que era la responsable de gestionar un centro saturado de animales sin más herramientas que los años de conocimientos adquiridos durante la carrera. Al final esta joven decidió poner fin a su vida con la misma medicación que empleaba en su centro de trabajo, un sedante con el cual decidió dormir y no volver a despertar con la intención de remover conciencias. Mientras los mismos propietarios comprarán otro perro al cual volverán a  abandonar, su gobierno no tomará medidas (salvo las propias para limpiar la mala prensa de forma temporal) y pondrán a otro veterinario en su puesto para gestionar un campo de concentración animal donde en algunos casos una muerte tranquila y de la mano de un amigo sea una mejor opción que morirse de hambre o vivir en unas condiciones inhumanas (en ninguna cárcel se aceptarían de lejos las condiciones que se ven en algunos refugios, pero la administración prefiere poner gimnasios y piscinas olímpicas en las cárceles, donde a postre van a ir políticos, famosos...). Si leer esto te ha hecho sentir incómodo, apúntate de voluntario en alguna protectora de tu barrio y si no tienes tiempo dona algo que les pueda ser de utilidad.

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