sábado, 21 de marzo de 2015

Inmunidad del rebaño


Seguimos con un tema de inmunología.

La inmunidad de rebaño, término también conocido como inmunidad de grupo o efecto rebaño es la protección de una determinada población ante una infección debido a la presencia de un elevado porcentaje de individuos inmunes en la misma (bien de forma natural al sufrir la infección de forma natural o tras una vacunación).

De forma natural, cuando se produce un brote, al avanzar la epidemia y aumentar el número de individuos inmunes, disminuye la probabilidad de contacto entre un susceptible y un infectado, hasta que llega un momento en el que se bloquea la transmisión del agente infeccioso.

Aquí so dejamos una imagen muy ilustrativa donde podeis ver el efecto de la vacunación sobre el riesgo de contraer una infección. Estimamos que si vacunamos al 70% de la población frente a una enfermedad contagiosa, ésta se puede controlar e incluso se podría erradicar (ese 70% de la población vacunada ayuda a controlar la infección a pesar de existir un 30% de la población sin inmunidad adquirirda). En el caso de la medicina veterinaria estamos muy lejos de controlar muchas de las enfermedades habituales y mortales (en el caso de los perros: rabia, parvovirus, moquillo o distemper canino y adenovirus o hepatitis vírica) ya que aún en países muy avanzados en sanidad animal como el Reino Unido o EEUU, no se llega a vacunar al 50% de la población canina.



Este año la WSAVA (Asociación Mundial de Medicina Veterinaria en Pequeños Animales) revisará los protocolos vacunales y las recomendaciones para mejorar aún más la efectivdad de los planes vacunales actuales, reduciendo los efectos adversos de algunas de ellas. Se personalizarán los calendarios vacunales a cada paciente en función de su edad, estado inmunitario y riesgos debidos a la exposición a distintos agentes microbiológicos.

Según la WSAVA la vacunación frente a la rabia, parvovirus, moquillo y adenovirus debería realizarse en todos los canes en todo el mundo, dado a la ubicudidad de los mismos. Otras vacunas como la de la leptospirosis, tos de las perreras, leishmaniosis... debe realizarse en base al riesgo individual de cada animal (zona geografica, estado inmunológico, etc).

Teoría de la higiene

Hace unas semanas pudimos asistir al Congreso anual del AMVAC, en el cual se abordó el tema de la inmunología. En las próximos semanas escribiremos algunas entradas sobre este apasionante y poco conocido campo de la ciencia.

Nuestra primera entrada en el blog trata sobre la Teoría de la Higiene.

"En 1989, David Strachan propuso la hipótesis de la higiene. Sugirió que la incidencia creciente de la enfermedad alérgica, tal como el asma o las alergias, en realidad se relacionaba con la exposición disminuida a los gérmenes a través de los tamaños en declive de las familias, exposición más limitada a los animales y estándares generales más altos de limpieza.
Strachan razonó que la exposición repetida a los microbios a una edad temprana, por ejemplo como resultado de tener hermanos, ser dueño de una mascota, vivir en una granja o asistir a guarderías, en realidad ayudaba a nuestros sistemas inmunológicos a adaptarse apropiadamente de modo que no reaccionaran con desmedida al estímulo ambiental, tal como a los alérgenos potenciales. Esto sería una posible explicación al hecho de que las enfermedades por hipersensibilidad y autoinmunes tengan una incidencia mucho mayor en países desarrollados que en los subdesarrollados; al haber una higiene mayor en los primeros.
De acuerdo con esta hipótesis, en la ausencia de esta exposición repetida, entonces las sustancias dañinas como el polen estimularían excesivamente nuestro sistema inmunológico en desarrollo y poco estimulado, dando como resultado el desarrollo de alergias."

Fragmento extraído de: 
http://mamayenfermera.blogs.charhadas.com/2012/04/09/teoria-de-la-higiene/

Podríamos resumirlo de forma muy sencilla diciendo que cuando nuestro sistema inmunitario no tiene nada contra que defenderse puede reaccionar de forma desmesurada frente a sustancias ambientales inocuas (pólenes, ácaros, etc) o incluso puede atacar células de nuestro cuerpo o del de nuestras mascotas, en lo que se conoce como enfermedades inmunomediadas (lupus, penfigo, enfermedad inflamatoria intestinal, sarcoidosis, etc). Se trata de una teoría y seguramente no explique a la perfección lo que realmente ocurre, pero es sumamente interesante el planteamiento.

En la actualidad se están empezando a emplear tratamientos novedosos en el campo de la alergología e inmunología clínica. Así por ejemplo, se está estudiando el empleo de aerosoles con bacterias apatógenas o atenuadas (micobacterias) en el tratamiento del asma, con buenos resultados (lo que conseguimos es que el sistema inmunitario esté entretenido con estas bacterias en lugar de atacar las vías respiratorias); del mismo modo, se están empleando algunos parasitos (nematodos, áscaris) en el tratamiento de enfermedades inmunomediadas como la enfermedad inflamatoria intestinal con buenos resultados. En este último caso no se sabe el mecanismo exacto por el que es efectivo, se sospecha que estos parásitos como parte de su forma de evitar el ataque del sistema inmunutario produce diversos compuestos que inhiben la respuesta inmunitaria o bien porque el sistema inmuntario se centra en los parásitos dejando de lado la agresión a los tejidos del propio individuo.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24455775

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24383971

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25554978

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25436093


Lo cierto es que hemos pasado de vivir en poco tiempo en una sociedad expuesta a numerosos agentes microbiológicos y ambientales a un medio muy limpio y eso puede haber aumentado la aparición de estas patologías (junto con la exposición a contaminantes -tabaco, alcohol, dioxinas, etc-), ello explicaría que las personas que viven en el campo en contacto con animales, tierra... presenten una menor incidencia de estas enfermedades (tambien las personas que crecieron con mascotas). Por ello, se podría recomendar permitir a nuestras mascotas y niños la exposición a un ambiente natural para conseguir una correcta modulación del sistema inmunitario, reduciendo los riesgos en la medida de lo posible y no olvidándonos tampoco de la vacunación, que es una forma de exponer a nuestro sistema inmuntario de forma controlada a gérmenes potencialmente mortales para los niños y nuestras mascotas.

Según la OMS, los dos mayores logros de la humanidad en el último siglo ha sido el acceso al agua potable y la vacunación. Estos dos hechos han logrado la erradicación o control de enfermedades como la rabia o la Viruela.